«La fuerza del cuidado. Mujeres, economía, trata de personas». Con este lema la Iglesia celebra el 8 de febrero la Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de personas. La Conferencia Episcopal, a través del departamento de Trata, se une a esta Jornada y ha organizado distintos actos para dar visibilidad a este drama «invisible» para la sociedad.
También ha editado una revista monográfica en la que ofrece materiales para facilitar las celebraciones diocesanas, temas para la reflexión en torno al drama de la trata de personas y experiencias y proyectos de trabajo.
¿Por qué celebra la Iglesia esta Jornada el 8 de febrero?
El papa Francisco convoca esta Jornada desde el año 2015 y eligió el día en el que se recuerda la memoria litúrgica de Santa Josefina Bakhita, la religiosa sudanesa que padeció durante su vida los sufrimientos de la esclavitud.
En el Ángelus del 8 de febrero de 2015, el Papa manifestaba su deseo: «que cuantos tienen responsabilidades de gobierno tomen decisiones para remover las causas de esta vergonzosa plaga, plaga indigna de una sociedad civil. Que cada uno de nosotros se sienta comprometido a ser portavoz de estos hermanos y hermanas nuestros, humillados en su dignidad».