“La familia, cuna de la vocación al amor” es el lema que la Conferencia Episcopal Española ha elegido para celebrar la Jornada de la Sagrada Familia.
Este lema nos invita a descubrir la familia como lugar privilegiado de acogida y discernimiento de la vocación. La vocación es una llamada de Dios a cada uno de nosotros. Detrás de esta llamada está el Amor. La llamada de Dios es salir de nosotros mismos al encuentro del otro. Dios toma la iniciativa y nosotros tenemos que responder.
La familia es el lugar donde se debe desarrollar la vocación de los padres y de los hijos y es necesario acompañar a estos para discernir su vocación, es decir, la llamada de Dios a cada uno de ellos. Es importante porque de la respuesta que se dé a la llamada de Dios depende su vida futura. Todos los miembros de la familia son importantes; en la vocación de los padres, los hijos descubren su propia vocación. La familia tiene que ayudar a desvincularlos del egoísmo, en la familia se aprende la fraternidad.
Este acompañamiento a los hijos supone afrontar dificultades y estar muy atentos a las preguntas que hagan. Es necesario orientarlos a que se hagan estas preguntas: ¿para quién soy yo? ¿cómo puedo servir mejor?, ¿cuál es mi lugar?, ¿qué podría aportar yo? También es necesario que los padres tengan paciencia en la espera de sus respuestas.
Si miramos a nuestro alrededor, comprobamos que atravesamos un invierno vocacional, no solo en referencia al sacerdocio y a la vida consagrada, sino incluso al matrimonio cristiano. Vivimos en un ambiente secularizado en el que la vocación que triunfa es la del éxito profesional
De ahí que, en nuestra sociedad, la familia cristiana tenga que dar una respuesta concreta; para dar esta respuesta, primero es esencial escuchar y escuchar es difícil en el contexto actual en el que nos movemos. Por eso es importante acompañar a las familias en la formación de los niños y jóvenes que en un futuro serán llamados a abrazar una vocación concreta, partiendo de la base de la vocación bautismal.
Pidamos a la Sagrada Familia de Nazaret impulso misionero para mostrar la belleza de la vocación al amor a la que todos y cada uno hemos sido llamados.
Este año, celebraremos diocesanamente este día, en la Concatedral de Santa María de La Redonda de Logroño, en la misa de las 20,00 h., presidida por nuestro obispo D. Santos.
Secretariado Diocesano de Familia y Vida