El Seminario diocesano de San José y el Seminario diocesano misionero Redemptoris Mater de Burgos reciben desde ayer la visita apostólica con la que el papa Francisco quiere conocer la situación que atraviesan los 45 seminarios de España. La congregación para el Clero de la Santa Sede es la encargada de coordinar esta visita, que en Burgos efectúa el obispo uruguayo mons. Milton Luis Troccoli Cebedio, acompañado del sacerdote Fausto Alejandro Castaños Pintos, que ejerce de secretario. La finalidad de esta visita canónica es comprobar cómo se está aplicando la Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis, el programa de formación para los seminaristas actualizado por la Santa Sede en 2016.
El visitador está manteniendo encuentros con el arzobispo, mons. Mario Iceta, los formadores y rectores de los dos Seminarios y con los profesores de la Facultad de Teología. También hizo lo propio con los obispos de Osma-Soria, mons. Abilio Martínez, y Calahorra y La Calzada-Logroño, mons. Santos Montoya, cuyos seminaristas reciben formación en Burgos. Además, ha llevando a cabo reuniones con los propios seminaristas en sus diversas etapas formativas: la propedéutica, la discipular, la configuradora y la etapa de pastoral.
Formación misionera
El visitador está centrando su atención en el carácter evangelizador y misionero de la formación sacerdotal, como quiere el papa Francisco, y analiza cómo en los distintos seminarios «se está formando a los futuros pastores que tienen que evangelizar las culturas de hoy, en su variedad y diversidad; cómo se están capacitando para dialogar con el tiempo presente y generar una cultura del encuentro como una Iglesia en salida».
En su opinión, en nuestro país hay «buenos formadores y buenos docentes y hay un sincero empeño por formarse bien. El problema es la falta de vocaciones y el número de seminaristas que a veces dificultan otras instancias de su formación». «A nosotros nos toca ahora escuchar y recibir las inquietudes y búsquedas de obispos, seminaristas y formadores y el dicasterio para el Clero contactará a los obispos para discernir juntos los mejores caminos para mejorar la formación de los pastores en España».
En particular, ve «bien» el Seminario de Burgos, donde aplaude que se reciban jóvenes de otras diócesis y latitudes, que otorga «un volumen interesante de seminaristas». También valora el trabajo de la Facultad de Teología, vinculada con otras universidades y facultades y con un depósito documental del que ha quedado sorprendido: «Es muy bueno; puede seguir formando futuros pastores».
Actualmente, en los muros del Seminario del paseo del Empecinado reciben formación diecinueve jóvenes que desean ser sacerdotes. Diez de ellos son de Burgos; el resto proceden de las diócesis de Osma-Soria (con cuatro), Calahorra y La Calzada-Logroño (con uno), Monterrey, en México (con dos) y Gitega, en Burundi (con otros dos). Por su parte, en el Seminario Redemptoris Mater conviven ocho seminaristas de distintas nacionalidades y pertenecientes al Camino Neocatecumental, con una formación específica centrada en su futura tarea misionera.
Esta suerte de auditoría vaticana comenzó el pasado 12 de enero con la visita de mons. Arturo Eduardo Fajardo Bustamante –el otro encargado de esta visita canónica– al Teologado San Juan de la Cruz de Salamanca, donde reciben formación seminaristas de Ávila, Ciudad Rodrigo, Segovia, Zamora, Salamanca, Plasencia y Mérida-Badajoz. Mañana, mons. Troccoli viajará hasta Vitoria para conocer su seminario. Está previsto que esta visita canónica concluya a finales de este mes.