Roma acogerá el próximo mes de octubre, la fase final del Sínodo convocado por el papa Francisco. Se trata de un largo proceso de escucha del pueblo de Dios en las Iglesias locales y de las posteriores etapas desarrolladas por parte de las Conferencias Episcopales y Asambleas Continentales. Éstas las sintetizaron y las enviaron a la Secretaría General del Sínodo en agosto de 2021. Una vez analizadas los expertos elaboraron el Documento de Trabajo para la Etapa Continental (DTC) y dicho documento regresó a las Iglesias locales para poder confrontarlo creando espacios de diálogo en las siete Asambleas Continentales.
La finalidad era identificar las instituciones y tensiones prioritarias de cada continente con el propósito de abordarlas en la Asamblea del Sínodo de octubre de este año. A partir del material que se recogió durante la fase de escucha inicial y los Documentos Finales de las Asambleas Continentales, se redactó el instrumentum laboris, un instrumento de trabajo para el discernimiento de los participantes de la etapa de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo, resultado de lo que se ha aprendido sobre la naturaleza de la Iglesia sinodal. El documento consta de un texto y quince fichas de trabajo. Juntas reúnen las claves del camino sinodal realizado hasta ahora.
Los tres temas centrales que estarán en el centro de los trabajos de la Asamblea sinodal de octubre de 2023 se relacionan con las tres palabras que constituyen el tema del Sínodo: la cuestión de cómo crecer en comunión acogiendo a todos, en fidelidad al Evangelio; la cuestión de los modos concretos de corresponsabilidad, reconociendo y valorando la aportación de cada bautizado con vistas a la misión común; y la identificación de estructuras y dinámicas de gobierno a través de las cuales articular en el tiempo la participación y la autoridad en una Iglesia sinodal misionera.