- El servicio, operativo de lunes a sábado hasta el 30 de septiembre, proporcionará alimentos a los usuarios.
Mañana sábado, 20 de agosto, abrirá sus puertas el dispositivo para temporeros de Cáritas Parroquial de Alfaro. El servicio atenderá en horario de tarde, de lunes a sábado, y estará cerrado los domingos y el 8 de septiembre. Está previsto que permanezca operativo hasta el 30 septiembre, pero la fecha puede variar según progrese la campaña y, en consecuencia, la llegada de trabajadores a la zona. El dispositivo cuenta con 24 voluntarios que se encargan de cocinar, realizar la acogida, registrar las atenciones, preparar y entregar las bolsas de alimentos y atender posibles solicitudes de ropa.
La mejoría sanitaria ha permitido flexibilizar el protocolo COVID respecto al año anterior, pero por cuestiones higiénicas se seguirá sin ofrecer el servicio de recogida de equipajes, consigna y duchas. Por ello, en cada bolsa se entregará el desayuno, comida y cena y, además, un kit de higiene personal.
Tratarlos como trabajadores
“Es cierto que, en los últimos años, gracias a la implicación y concienciación de numerosos agricultores y empresas bodegueras, las condiciones de los temporeros han mejorado. Sin embargo, debemos seguir revindicando sus derechos y denunciando problemas que siguen sin resolverse. La explotación laboral, la precariedad social y las vulneraciones de los derechos básicos, desgraciadamente, siguen presentes”, explica Joaquín Yangüela, responsable de Integración Social de Cáritas La Rioja.
Por ello, desde la entidad social recuerdan que los trabajadores temporeros tienen derecho a que el empleador les proporcione un alojamiento digno, así como las herramientas y desplazamientos necesarios para desempeñar su trabajo. Además, su jornada laboral debe contar con descansos y cumplir con el salario establecido por el convenio laboral. “Jornada, salario, convenio…. En consecuencia, pedimos a la Administración que los temporeros sean atendidos desde Empleo en vez desde los Servicios Sociales, ya que no son personas sin hogar sino trabajadores”, afirma Joaquín Yangüela.
“Cáritas siempre estará donde haya personas que no tengan cubiertas sus necesidades básicas, pero lo deseable es que nuestra labor y la de nuestros voluntarios no sea precisa cada vez que empieza una campaña agrícola –declara el responsable–. Esto se puede lograr respetando todos los derechos y con medidas como potenciar la contratación en origen. Así evitaremos el desplazamiento innecesario de personas que hacen grandes esfuerzos para llegar a nuestra región y después no logran encontrar empleo, dando lugar a situaciones indeseadas como la aparición de asentamientos donde no se cumplen las condiciones mínimas de salubridad y seguridad”.