Cursillos de Cristiandad cumple 75 años y celebra esta efeméride con una Ultreya Diocesana que tendrá lugar el próximo sábado 27 de enero en la casa de Maristas de Lardero, desde la 10:30h.
El 7 de enero de 1949, se programó en Mallorca un cursillo más, el primero del curso pero que sería diferente a todos los anteriores. El Cursillo comenzó la tarde del 7 de enero y terminó el día 10. Durante estos días, se dieron todas las charlas programadas. El cursillo concluyó el lunes por la noche con abundantes testimonios. Todos tenían la necesidad de compartir todo lo vivido durante aquellos días. Eduardo Bonnín, como rector del Cursillo, cerró la clausura leyendo una carta del Sr. Obispo a los primeros cursillistas. Asistieron 22 jóvenes que vivieron lo que sería el primero de muchos cursillos, tres días después existían los veintidós primeros cursillistas y el primer cursillo era ya una realidad”.
Para D. Juan Capo, “el cursillo tuvo la sencillez y la naturalidad de las cosas verdaderamente trascendentales”. Desde esa fecha, surgió un método y un movimiento que, sin que lo adivinaran sus creadores y promotores, sería noticia y aportaría dinamismo y vitalidad al apostolado seglar, tanto en España como en el extranjero.
¿Qué hacía este cursillo diferente a los anteriores? La novedad radical del Cursillo de Cristiandad consistió en que, manteniendo la estructura de los elementos anteriores, cambió completamente su enfoque. Los Cursillos adquirieron una nueva dinámica, basada en la doctrina de la Gracia y centrada en la proclamación evangélica. Esto permitió experimentar la transformadora fuerza de esa realidad singular en la vida de cada uno.
El primer cursillo fue el resultado de esfuerzos, anhelos y modos de actuar. Fue posible gracias al clima pastoral y apostólico de aquellos momentos. No surgió de la nada, sino como resultado de un esfuerzo conjunto, de un ambiente compartido, de un anhelo convergente.
75 años han pasado y el cursillo sigue siendo igual de actual y de necesario en la vida de hoy. Millares de personas a lo largo de todo el mundo han vivido un triple encuentro durante esos días que les ha cambiado la vida y la manera de entender que existe un Padre que nos ama con locura y que entregó a su hijo para que todo el que crea en Él alcance la vida eterna.
En La Rioja en una primera etapa: desde el 1er Cursillo de Cristiandad, que se celebró del 18 al 21 de abril de 1957, al nº 40, realizado del 27 al 30 de abril de 1962. Los datos estadísticos hablan por sí mismos: a los primeros 40 cursillos asistieron 1.338 cursillistas, 126 sacerdotes y 119 dirigentes.
Desde abril de 1962 a Mayo de 1966 no se celebraron cursillos. Se reiniciaron con el nº 41, del 11 al 14 de mayo de 1966, con el equipo de Vitoria que había estado viniendo todas las semanas a dar la Escuela de Dirigentes de Logroño.
Cuando se había celebrado el Cursillo nº45, se dio el 1º de mujeres, del 5 al 8 de abril de 1967.
En marzo de 1981 se celebró en La Rioja el primer Cursillo Mixto.
La historia sigue…: el próximo Cursillo se celebrará el próximo mes de febrero, del 16 al 18.
José María nos cuenta su testimonio:
Tras superar algunas dudas, me decidí a aceptar la invitación para hacer un cursillo de cristiandad. Han pasado un par de años, y recuerdo muy bien cómo fue la convivencia y el desarrollo del cursillo; en el cual encontré algunas respuestas, pero lo más importante fue encontrarme con la mirada de un Dios misericordioso, un Dios que no juzga y que nos acepta con nuestras grandezas y miserias, y descubrir que somos Hijos de Dios. Evidentemente, después, hubo un cambio en algunos planteamientos personales. Uno de ellos fue comprender que la fe no se vive en solitario, que la comunidad es fundamental para poder vivir la fe cristiana. Y ahí estaba mi parroquia para acogerme en un grupo. Un grupo diverso de cristianos y cristianas, unos han pasado por un cursillo de cristiandad, otros no, y algunos también colaboran en diferentes movimientos católicos. Grupo, que con el paso del tiempo, se ha convertido en una referencia que me ayuda a crecer y madurar como cristiano.
Otra pregunta que me planteé, como consecuencia del cursillo, fue qué puedo hacer yo para trabajar por el reino de Dios en la sociedad actual. Y la respuesta estaba bien cerca. Me llamo José María y colaboro con el Movimiento de Cursillos de Cristiandad.