Una llamada a la prudencia al enjuiciar la historia, y a contextualizar cada momento histórico. Es la propuesta del Dr. Fermín Labarga, director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas de la Universidad de Navarra, en una entrevista con Omnes, en la que subraya la tarea del ISCR: “Ofrecer una formación cristiana de calidad”.
“Hoy estamos muy tentados a juzgar todo lo que ha sucedido a lo largo de la historia con nuestros criterios, los criterios del siglo XXI. Esto es anacrónico. Yo no puedo juzgar a la sociedad del siglo XVI, del siglo XIII, o del siglo IV antes de Cristo, con los criterios que tengo hoy. Si actuamos de ese modo, por desgracia tan extendido, nunca podremos entender correctamente el desarrollo de la historia. El anacronismo, juzgar los hechos acaecidos en una época con los criterios de otra, es un peligro letal para el que quiere juzgar la historia con los criterios actuales”.
Quien así se expresa es el profesor riojano Dr. Fermín Labarga, director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas (ISCR) de la Universidad de Navarra, con el que conversamos sobre Historia de la Iglesia y la historia en general, pero antes, como es lógico, del ISCR, en cuya web lanza unas palabras de bienvenida.
¿Bienvenida a quiénes? En particular a los alumnos, laicos profesionales de todos los ámbitos; a los del sector educativo, en formación y titulación, a las mujeres y los varones que se suben o deseen subirse desde todo el mundo al barco de la formación de calidad en un Instituto que abrió el período de admisión el 1 de mayo.
Omnes ha hablado ya de este Instituto de Ciencias Religiosas. Lo hizo con su subdirector, el profesor Tomás Trigo, preguntamos a alumnos por el estudio de la Teología, y ahora, pasado un tiempo, conversamos con el Dr. Fermín Labarga, su director. Un teólogo e historiador en el que sobresalen su especialidad histórica y el estudio de manifestaciones de devoción popular, como las cofradías, “un gran tesoro que se ha ido acumulando a lo largo de los siglos, porque además forma parte de algo tan importante como es la inculturación de la fe”, afirma.