Su Eminencia, el Cardenal Farrell, anunció con tristeza el fallecimiento del Papa Francisco, con estas palabras: «Queridos hermanos y hermanas, con profundo dolor debo anunciar el fallecimiento de nuestro Santo Padre Francisco. A las 7:35 de esta mañana, el Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre.
Toda su vida estuvo dedicada al servicio del Señor y de su Iglesia. Nos enseñó a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente en favor de los más pobres y marginados.
Con inmensa gratitud por su ejemplo de verdadero discípulo del Señor Jesús, encomendamos el alma del Papa Francisco al infinito amor misericordioso del Dios Uno y Trino».
¡Gracias, papa Francisco!
Durante todo su Pontificado el Papa Francisco confesó que llegaba de las periferias para servir a la Iglesia y a la humanidad. Deseó «una Iglesia pobre y para los pobres». Y en multitud de ocasiones, desde la primera vez que impartió la Bendición apostólica Urbi et Orbi, desde el balcón de la Basílica de San Pedro, pidió: «por favor, no se olviden de rezar por mí».
Desde la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño nos unimos en oración por el alma del Santo Padre Francisco.