La Secretaría del Sínodo de la Conferencia Episcopal he presentado el documento de trabajo Hacia octubre de 2024 elaborado a partir de las aportaciones de los grupos sinodales de las diócesis, congregaciones y otras instituciones eclesiales.
El Sínodo se celebra en Roma en dos sesiones en los meses de octubre de 2023 y de 2024. Entre las dos sesiones de la Asamblea General Ordinaria del Sínodo, el Informe de Síntesis de la primera sesión de la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que se celebró en octubre de 2023, ha sido la base para el trabajo en los grupos sinodales en este camino hacia la segunda sesión, en octubre de 2024.
Se han recibido aportaciones de 54 diócesis, y una veintena de instituciones eclesiales como CONFER, los diversos movimientos de Acción Católica, FRATER, Manos Unidas, etc. También se solicitó a los grupos sinodales ejemplos de «buenas prácticas» en el desarrollo de la dinámica sinodal.
Al analizar la primera parte del Informe de Síntesis, El rostro de una Iglesia sinodal, que se apuntaba en el Informe de Síntesis de la primera sesión del sínodo, los grupos sinodales han señalado dos prioridades:
- Entrar en una comunidad de fe: la iniciación cristiana
- Los pobres en el camino de la Iglesia
En relación a la primera, partiendo de que todos formamos parte de la comunidad, todos somos responsables de la evangelización, se hace necesario que la iniciación cristiana y el primer anuncio deben complementarse, renovarse, ser entendidos como procesos de maduración en la fe. El objetivo es pasar de un «cristianismo sociológico» a una fe en Jesús descubierta.
En relación a la segunda, se parte de la conciencia de la predilección de Jesús por los pobres, y en razón de la coherencia evangélica entre lo que pensamos, los que decimos y lo que obramos. Debemos hacerlos protagonistas de su historia de fe y salvación y, al mismo tiempo, denunciar las causas de la pobreza y descubrir las nuevas pobrezas.
En relación a la segunda parte del documentos de síntesis, Todos discípulos, todos misioneros, se señalan también dos prioridades:
- Las mujeres en la vida y en la misión de la Iglesia
- La Iglesia es misión
Estas aportaciones parten del reconocimiento de la igual dignidad que nace del Bautismo y de la presencia de la mujer en los momentos importantes de la acción de Jesús en los Evangelios. Buscar así ofrecer un rostro adecuado de Dios y una presencia activa en todos los ámbitos de la vida de la Iglesia.
En relación a la Iglesia como misión, se considera que este es un tema transversal en el informe de Síntesis, la misión es para todos y puede centrarse en tres puntos: el cuidado de la familia, el cuidado de los jóvenes y el compromiso de los fieles laicos en la sociedad. La vida consagrada y las asociaciones laicales son un signo profético de esta misión de la Iglesia.
En relación a la tercera parte del documento de síntesis, Tejer lazos, construir comunidad, se afirma que la escucha, la acogida y el acompañamiento son elementos fundamentales para una Iglesia sinodal en misión. Esto precisa de comunidades abiertas y con capacidad de acogida por lo que hay que estar atentos a la realidad que nos rodea y procurar crear espacios donde acoger a todos, creyentes y no creyentes.
A partir de este seguimiento del dinamismo sinodal, el documento de trabajo que se ha presentado, responde a tres preguntas:
- ¿cómo se puede potenciar la corresponsabilidad diferenciada en la misión del pueblo de Dios (laicos, vida consagrada, ministerio ordenado) en tu realidad eclesial?
- ¿qué modos de relación; estructuras, procesos de discernimiento y decisión respecto a la misión permiten reconocerla, configurarla, promoverla? propuestas concretas.
- ¿qué ministerios y órganos de participación pueden renovarse o introducirse para expresar mejor la corresponsabilidad?
En relación a la primera, el documento apunta plantear la vida de la Iglesia como una gran familia donde la diversidad de vocaciones son una riqueza que implica una gran complementariedad. Se hace especial mención de la necesaria corresponsabilidad que implica formación, acogida, escucha y ejercicio de la autoridad desde el servicio.
Sobre los modos de relación, se insiste en la necesidad de la escucha, la acogida y el acompañamiento especialmente a todas las distintas realidades que componen la Iglesia. También se apunta la necesidad de establecer procesos de discernimiento a la luz de la Palabra de Dios y con el método de la conversación en el Espíritu.
Por último, en torno a la renovación de ministerios y órganos, se señala la importancia de la renovación de los consejos pastorales y económicos. Para su buen funcionamiento sería preciso que funcionen con espíritu sinodal, renovando y ampliando el número de sus miembros, y que crezcan en comunicación interna y externa. En relación a nuevos ministerios se propone la creación de los ministerios de acogida, escucha y acompañamiento, así como los grupos de acción pastoral y de evangelización en las parroquias y arciprestazgos. También el desarrollo de mecanismos o estructuras que posibiliten la evaluación del trabajo pastoral y de las personas que lo realizan.
Con todas las respuestas que se han recibido, se ha elaborado el documento de trabajo que hoy se presenta: «Hacia octubre 2024». La síntesis con todas las aportaciones se enviará a la Secretaría General del Sínodo, que elaborará un segundo Instrumentum laboris como material de trabajo para la Segunda Sesión del Sínodo.