Queridos diocesanos y diocesanas:
Como ya sabéis, el próximo día 5 de marzo, a las 11 h en Calahorra, y el día 6, a las 13 h en Santo Domingo de La Calzada y a las 20 h en Logroño, celebraremos juntos el Inicio del Ministerio Episcopal en la Diócesis de nuestro nuevo obispo Mons. Santos Montoya, al que acogemos con el alborozo y la alegría con que se acoge al padre y pastor.
No han sido vanas nuestras oraciones – nunca lo son – y a la vista tenemos el fruto. Ahora nos corresponde vivir la comunión y la corresponsabilidad fraterna y sinodal, para que el anuncio del Señor resucitado y su presencia en medio de nosotros lleguen a todos y cada uno de los hermosos rincones de nuestra tierra y a cada uno de los no menos hermosos corazones riojanos.
Es tarea de todos, misión de todos. Los bautizados y bautizadas, por el hecho de serlo, somos discípulos misioneros, nuestro ser es ser enviados. Nacidos del costado traspasado del Maestro, debemos ser testigos de su resurrección allí donde vivamos, respiremos.
Cada uno desde nuestra identidad, nuestra forma de ser, nuestro puesto en la iglesia, hemos de ser piedras vivas de este edificio eclesial que no es de piedra sino de carne y sangre, de la carne y sangre del Señor Resucitado. Una casa que es hogar, hogar de todos, donde cabemos todos – no existe aquí el desahucio -, y cuyos bienes son también de todos.
Porque el bien de los bienes que hemos de compartir es el amor del Padre, que, si lo derramó en la creación, lo ha derrochado en Cristo. ¿Quién ama más sino el que da la vida por los que ama? ¿Quién ama más sino el que da la vida por sus propios verdugos?
Si hemos de dar la vida, nuestra vida, incluso por los enemigos más acérrimos, ¿no hemos de procurar que llegue a todos con el pan de cada día el Pan de Vida, con el agua el bautismo, con el aire el aliento del Espíritu?
¿Y no hemos de ofrecer a todos con el techo la casa de la Iglesia, con la salud la Vida de la Gracia, con la utopía humana la esperanza del Reino? ¿No es la mayor oferta de paz que se ha hecho nunca: la pertenencia a la familia de los hijos de Dios, hermanos todos?
El obispo es sucesor de los apóstoles con la misión de enseñar, servir y santificar. Cada obispo es el principio y fundamento visible de unidad en las iglesias particulares. Y, como miembros del Colegio Episcopal, participan de la preocupación y cuidado de todas las iglesias.
El Papa Francisco, en su Discurso a la Congregación de los Obispos (27 de febrero de 2014) les ponía el listón muy alto: “el obispo es quien sabe hacer actual todo lo que le sucedió a Jesús y, sobre todo, sabe, junto con la Iglesia, ser testigo de su Resurrección…No un testigo aislado sino junto con la Iglesia … El episcopado no es para sí mismo, sino para la Iglesia…, para los demás, sobre todo para aquellos que según el mundo hay que descartar.”.
Y añadía: “El perfil de un obispo no es la suma algebraica de sus virtudes. Es cierto que es necesario uno que sea excelente (cic, can. 378 § 1): su integridad humana asegura la capacidad de relaciones sanas, equilibradas…; su solidez cristiana es esencial para promover la fraternidad y la comunión; su comportamiento recto asegura la medida alta de los discípulos del Señor; su preparación cultural le permite dialogar con los hombres y sus culturas…; su disciplina interior y exterior permite el dominio de sí y abre espacio para la acogida y la guía de los demás; su capacidad de gobernar con paterna firmeza garantiza la seguridad de la autoridad que ayuda a crecer; su transparencia y su desprendimiento al administrar los bienes de la comunidad confieren autoridad y atrae la estima de todos.”.
Bueno sería que cada bautizado y bautizada nos miráramos en este espejo, en este ideal que nos propone el Papa. Y nos sintiéramos también “custodios de la doctrina no para medir cuán distante vive el mundo de la verdad que la misma contiene, sino para fascinar al mundo, para cautivarlo con la belleza del amor, para seducirlo con el ofrecimiento de la libertad que da el Evangelio…”. Conscientes de que, incluso de noche, en el campo del mundo están germinando las semillas y la cizaña no será nunca tan abundante como el trigo; en trato permanente con el Señor y en permanente cercanía con su pueblo; amantes de la pobreza interior y exterior, de la fraternidad, pacientes y misericordiosos.
Queridos diocesanos y diocesanas, no faltéis a la cita. Contamos con vosotros, para que la celebración sea un signo anticipado de amor a Dios, a la Iglesia y al mundo.
Un abrazo.
Vicente Robredo
Administrador Diocesano
Me parece estupendo, que ya tengamos Obispo en la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño. Ha sido más de un año de sede vacante. Supongo que la Eucaristía de inicio del Ministerio Episcopal ¿será retransmitida por tv, como cada sábado, a las 11, por el canal TRECE? Gracias
Por supuesto, la Eucaristía será retransmitida por TRECEtv a las 11.00h., por Radio María nacional en directo y COPE Rioja hará una desconexión a las 10:45h. y se podrá escuchar la celebración al completo en directo con entrevistas previas.