“Uno para todos, todos para Él” es el lema de la Jornada de Infancia Misionera que celebramos el domingo 15 de enero de 2023.
Un día significativo para nuestra Iglesia, donde los niños de nuestras comunidades parroquiales y colegios toman su protagonismo con la ayuda hacia otros niños, especialmente a los que no tienen lo necesario para vivir o no conocen a Dios.
Con esta Obra Pontificia de la Infancia Misionera, el Santo Padre implica a los niños del mundo para ayudar a otros pequeños como ellos en las misiones. Y cuenta también con adultos comprometidos, para que los misioneros sigan proporcionando educación, salud y formación cristiana a más de 4 millones de niños en 120 países. “A los débiles, especialmente a los niños, debemos darles lo mejor que tenemos”
dice el papa Francisco.
El lema de este año es sugerente y nos invita a niños y mayores, a seguir ahondando en la comunión de la Iglesia, con un matiz misionero. Una comunión con Jesús, que pasa por la comunión entre nosotros y que nos invita a sumarnos en la unidad del seguimiento y anuncio de Él, el Señor: Uno para todos y todos para Él.
“Uno para todos”, porque Cristo es para todos. Él ha venido a salvar a todos, quiere llegar a todos y con todos hacerse uno. Los misioneros son el reflejo vivo de Cristo, que enviados por la Iglesia, abrazan, trasmiten ternura, acogida y presencia de Dios a través de su labor y testimonio de creyentes por todo el mundo.
A un “Todos” debe digerirse también nuestra mirada y atención, para cruzarse en la mirada de “todos aquellos”, que como el niño del cartel nos mira de una manera comprometedora, haciéndonos partícipes de su realidad concreta, como la de tantos niños que nos invitan a mirar más allá de nosotros mismos, ante la necesidad de cuidados, atención y ternura para un mundo aún necesitado, y que sólo se colmará de ese amor en ese “Uno”, en el Señor.
“Todos para Él”, como expresión de la sinodalidad, a la que el papa Francisco nos está invitando. Todos, cada uno desde su vocación personal, concreta; cada uno con sus talentos y dones, también con sus limitaciones y pobrezas; pero todos remando en la misma dirección, para poner todo bajo el cuidado y la mirada del Señor. Todos sintiendo la responsabilidad de la misión de la Iglesia.
Los niños en la Infancia Misionera deben disfrutar de esta experiencia de Iglesia. Experiencia de compartir, pero no solo los bienes materiales: también la fe, la alegría de saberse querido. La experiencia de saberse útiles, necesarios para los demás, ayudando a llevar la cruz, la dificultad, el peso del día a día a quienes, como nosotros, tienen deseos de vivir y hacer vivir el Evangelio .
Los niños del cartel, no son sólo un fondo difuminado que enmarca la fotografía, refleja la urgencia del anuncio y el guiño a nuestros niños y adultos a comprometernos a ser los brazos y la sonrisa que podemos ofrecer a los necesitados de pan y de amor.
Que esta Jornada de Infancia Misionera, nos ayude a creer y pedir la unidad de la Iglesia, que nos ayude a vivir nuestro compromiso en el anuncio de la fe, y nos ayude a ser generosos, compartir de lo que somos y tenemos para manifestar y vivir en la felicidad y unidad de “ÉL”, el Señor.
Puedes hacer tu aportación en tu parroquia o en los números de cuenta:
Caixabank: ES24 2100 6196 3713 0061 7806
Ibercaja: ES81 2085 5652 8101 1033 4414
BBVA: ES96 0182 3500 2300 1066 6540
Luis Ángel Moral Astola
Delegado de Misiones
y Director de las Obras Misionales Pontificias en La Rioja