El primer domingo de julio, este año el día 3, la Iglesia en España celebra la Jornada de la responsabilidad en el tráfico. Una Jornada que se fijó, hace ya 54 años, próxima a la festividad del patrono de los conductores, San Cristóbal, el 10 de julio, y coincidiendo con el inicio de los desplazamientos masivos por las vacaciones de verano. “María se puso en camino” (Lc 1, 39) es el lema de este año.
El departamento de Pastoral de la carretera ha editado los materiales para esta jornada.
¿Cuál es el mensaje de los obispos?
Los obispos de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y Movilidad humana, en su mensaje para este año, ponen a María como modelo de servicio y de ayuda a los demás. Igual que María se puso en camino para visitar a su prima Santa Isabel, embarazada de seis meses, para prestarle su ayuda, “todos los días -señalan- hay millones de conductores, hombres y mujeres, que cogen su vehículo o transporte público, y se ponen en camino para acudir al trabajo, hacer gestiones, visitar enfermos, familiares y amigos o, sencillamente, pasar con la familia unos días de descanso”.
En este listado destacan a los que se ponen en camino para ayudar a los demás en sus casas u hospitales. Y a los que se paran a socorrer a otros cuando en la carretera han sufrido un accidente de tráfico.
Una llamada a la responsabilidad de los conductores porque el riesgo cero no existe
En este mensaje para la Jornada de la responsabilidad en el Tráfico los obispos advierten que “el riesgo cero, cada vez que nos subimos a un vehículo, no existe” Por eso, puntualizan, “hemos de respetar y cumplir fielmente las normas del código de circulación”.
Además, llaman la atención de los conductores “para que entre todos hagamos realidad lo que aún hoy sigue pareciendo una utopía: cero accidentes mortales en nuestras calles y carreteras”. Para ello, apelan a la conciencia y a las enseñanzas evangélicas “de hacer el bien a todos, hasta el punto de amar al prójimo como a uno mismo”. Porque la carretera “no debe ser únicamente un lugar de ir y de venir, sino también un lugar de vivir la fe, de encuentro, de diálogo, de disfrute, de convivencia, de oración…”. En la carretera, «el conductor asume una serie de obligaciones y responsabilidades cada vez que se pone en camino”.
San Cristóbal nos une en el dolor y en la esperanza
En este Jornada están especialmente presentes los problemas de los transportistas y otros profesionales de la carretera que además, este año, se enfrentan a la subida de los precios de los combustibles y del mantenimiento de sus vehículos «que disminuye su poder adquisitivo tan necesario para mantener su empresa y sacar adelante a la familia”.
Pero a pesar de las dificultades invitan a compartir la fiesta de San Cristóbal, interrumpida por la pandemia, como un momento para “compartir juntos un aperitivo o almuerzo con la familia y los amigos en fraterna y gozosa armonía”.
“A la Virgen Santísima de la Prudencia y a san Cristóbal, elevamos nuestras súplicas y oraciones, para que os acompañen y guíen a todos los transportistas y conductores y cada día lleguéis felizmente a vuestro destino”, termina el escrito.