El obispo, Mons. Santos Montoya, ha enviado su pésame a su familia, amigos y personas más allegadas que han trabajado más estrechamente con él a lo largo de este tiempo de pontificado: “Que el consuelo de la fe los anime en la esperanza de la vida eterna.”
“Nos sumamos a la plegaria de la Iglesia Universal por el eterno descanso de un trabajador infatigable del Evangelio, que se ha marchado de este mundo bendiciendo ayer en Roma al mundo con la bendición Urbi et Orbi, deseando la paz a todos. Damos gracias a Dios por su vida y ministerio al servicio de la Iglesia y del mundo, a favor de la dignidad humana y hacia los más desfavorecidos. Que el Dios de la bendición, que ayer él impartía, lo haya acogido en su seno para el gozo eterno en el que confiamos. Gracias Papa Francisco”.